Descripción del proyecto Reconfiguraciones de las identidades religiosas en México

Renée de la Torre

Investigadora CIESAS Occidente

La primera etapa consistió en el diseño, aplicación y análisis estadístico de los datos arrojados por la Encuesta Nacional de Creencias y prácticas religiosas en México aplicado en 2016 y diseñado por Alberto Hernández, Renée de la Torre y Cristina Gutiérrez Zúñiga. Este proyecto obtuvo financiamiento del fondo de apoyo a redes temáticas de CONACYT y se gestionó desde El Colegio de la Frontera Norte. Nuestra propuesta actual es realizar la segunda etapa del proyecto como parte de los proyectos PILAS en CIESAS, aprovechando que ésta es la institución que concentra al mayor número de especialistas en el estudio del fenómeno religioso en México, y que debido a su cobertura en distintas sedes regionales dichos investigadores pueden ofrecer los elementos para un análisis de comparativo regional de las tendencias nacionales a la recomposición religiosa que experimenta nuestro país. Se tiene como meta establecer las principales tendencias de la recomposición del campo religioso, atendiendo de manera comparativa sus particularidades según grupos religiosos (católicos, evangélicos, bíblicos no evangélicos y sin religión); sus perfiles y rasgos regionales (en cinco regiones con perfiles específicos de composición religiosa: 1) Noroeste; 2) Norte, Noreste y Golfo; 3) Centro; 4) Centro Occidente y Centro Norte; 5) Pacífico Sur y Sureste); así como comparando los perfiles religiosos de acuerdo a la incidencia de las modalidades demográficas relativas a: grupos etarios, sexo, condición rural-urbana; etnicidad, nivel educativo y nivel económico.

Nos interesa indagar sobre la reconfiguración de las identidades religiosas en relación con dos realidades: las reconfiguraciones territoriales comparando regiones y los cambios identitarios comparando actitudes hacia las creencias, prácticas y valores en cuatro grupos religiosos que son los más representativos de la diversidad religiosa en México. El método se basa en el análisis de datos cuantitativos comparables a escala regional, en comparativos por grupos religiosos, en análisis multivariados con las variables demográficas, y en análisis de clusters que den cuenta de las principales características y perfiles al interior de los grupos religiosos. Nuestro objetivo es comprender las particularidades de las identidades religiosas bajo la lupa analítica socio-histórica para apreciar la heterogeneidad interna de los procesos históricos de cada región y sociodemográficos de cada religión. Con ello deseamos que los datos y sus análisis contribuyan a la comprensión del cambio religioso en el país, pero que también permitan atender los reacomodos entre diversidad y pluralidad religiosa, entendiendo esta última aquella que abarca la aceptación pública de las religiones.[1] Este elemento es sensiblemente relevante en los países de mayoría católica, pues el campo religioso no funciona bajo las leyes de un mercado abierto (como el de las sociedades protestantes),[2] debido al trato preferencial que se le sigue otorgando a la Iglesia católica y a la constante estigmatización y discriminación que sufren las minorías religiosas (evangélica, cultos populares, cosmovisiones indígenas y de origen afro).

Otro objetivo importante es atender las recomposiciones religiosas que ocurren dentro de las pertenencias religiosas. Para ello se idearon preguntas que permite captar las reconfiguraciones entre la adscripción religiosa y la autoidentificación con formas de creer y practicar la religión al margen de las instituciones.[3] Estas variables se desprenden de la discusión sobre las tendencias contemporáneas a la desinstitucionalización y la subjetivación creyentes, vigente tanto en Europa como en América Latina.


Justificación

México está experimentando una veloz transformación del campo religioso en los últimos años. Un síntoma ha sido el de la diversificación de religiones, que ha sido detectado por los resultados censales (un ejemplo se encuentra en De la Torre y Gutiérrez Zúñiga (2007), Atlas de la Diversidad religiosa en México). No obstante, el cambio religioso si bien se experimenta en un descenso de la población católica, y un ascenso de religiones no católicas, en especial cristianas y evangélicas, y de desafiliación religiosa, éste no se limita a la adhesión confesional vinculada a la conversión y pertenencia a denominaciones o religiones, pues cada vez más la religiosidad se practica fuera o en los márgenes de las instituciones o religiones.[4] A este fenómeno se le reconoce como tendencias a la desinstitucionalización y subjetivación de las creencias.

En años recientes varios investigadores mexicanos dedicados al estudio de la religión en México (del cual he sido coordinadora de diferentes proyectos) hemos, a través de la Red de Investigadores del Fenómeno Religioso en México (RIFREM),[5] impulsado y participado en proyectos de investigación de escala local y nacional que aportan una visión de conjunto sobre las dinámicas tendientes a la diversidad religiosa y las recomposiciones que el campo religioso está experimentando debido a las transformaciones en los modos de creer y practicar en México. Sólo algunos han tenido un enfoque cuantitativo a la vez que analítico y no confesional, y han generado información mediante encuestas que mencionaré en la investigación: “Perfiles y Tendencias del cambio religioso en México 1950-2000” (proyecto CONACYT) que, bajo mi coordinación, convocó a más de 20 investigadores para juntos analizar estadística y georreferencialmente los datos arrojados por los Censos de Población y Vivienda, INEGI. Este proyecto se encargó de armar las bases de datos a nivel municipal (que hoy están disponibles de manera pública en internet y en un CD), de realizar análisis estadísticos para entender la distribución demográfica y geográfica del cambio religioso; de publicar tres libros: Atlas de la Diversidad religiosa en México, Pluralización Religiosa en América Latina, Regiones y Religiones; que han tenido una importante repercusión en el tema y que hoy en día son considerados fuente obligada para el estudio de este fenómeno. También de este proyecto surgió la necesidad de hacer un diagnóstico de la fuente censal, sobre todo de la pregunta y del catálogo de religiones, y de colaborar con el INEGI en la actualización y el mejoramiento de la variable religiosa que fue aplicada en el Censo 2010.

Además, hemos participado en el diseño y análisis de diferentes estudios de encuestas que tienden a ver las tendencias a la desinstitucionalización y a la subjetivación religiosa que son propias de la situación postmoderna en el mundo contemporáneo[6] y que permiten atender contenidos y valores y modos de practicar la religiosidad, que son modalidades de transformación transversal a las denominaciones religiosas, y cuyos componentes no se puede apreciar en el instrumento censal. Un equipo conformado por Patricia Fortuny, Renée de la Torre, Cristina Gutiérrez y Alma Dorantes [7] realizó un trabajo pionero en Guadalajara en 1996, que aprovechó la experiencia de la encuesta Mundial de Valores (World Values Survey).[8] Luego fue replicado en 2006 tanto en Guadalajara como en Jalisco. Este esfuerzo local se amplió posteriormente hacia otras ciudades y aprovechó la iniciativa de la International Social Survey Programme (ISSP) para ubicarse en un marco de comparación multinacional. El más reciente proyecto comparó tres encuestas sobre religiosidad: Genaro Zalpa y María Eugenia Patiño (Aguascalientes), Hugo José Suárez (Ajusco, Cd. de México) y Renée de la Torre y Cristina Gutiérrez Zúñiga (Jalisco)[9].

Esta investigación mostró por una parte las potencialidades del método cuantitativo para delinear varias de las especificidades de la religiosidad en México y su relevancia en la construcción de lo colectivo; el enfoque comparativo permitió detectar continuidades y discontinuidades entre los distintos contextos locales/estatales abordados tanto en las prácticas y las creencias religiosas, como el lugar de la religión en la vida de los individuos y de las esferas sociales. Por otra parte, frente a la necesidad de un diagnóstico de escala nacional, nos mostró los límites de un estudio comparativo en tres localidades, que además comparten las características de ubicarse en el centro de México, con un alto grado de urbanización y mayor mestizaje que otras regiones. A partir de esta experiencia creemos que es posible y necesario realizar un ejercicio estadístico que combine una cobertura nacional, pero que a la vez atienda los reacomodos transversales y las movilidades que experimentan las diversas denominaciones que, por primera vez, nos permita tanto la visión de la religiosidad a escala nacional, como la distinción de las especificidades de ésta en los distintos campos religiosos y contextos locales/regionales.

Debido a que no existen estudios a escala nacional sobre identificaciones transversales incluimos reactivos[10] que permitan atender las recomposiciones internas de los grupos religiosos a escala nacional, ni que permitan comparar sus principales rasgos y tendencias regionales. Gracias a estos estudios sabemos de antemano que la mayoría de los mexicanos no pueden ser tipificados como “creyentes sin iglesia” con que identifican a los ingleses y franceses (Davie, 1999), [11]tampoco es el indiferente que en el presente parece caracterizar a los españoles (Mardones, año),[12] ni siquiera el de individualismo que proclama el lema de “hágase su propia religión” como lo sustentan los sociólogos franceses.[13] La hegemonía del catolicismo en México exige atender la compleja dinámica en que algunos cambios de modos y contenidos del creer se experimentan junto con las permanencias de mantenerse dentro del catolicismo. Por tanto, se requiere de horizontes teóricos y metodológicos que permitan observar la recomposición entre cambios de creencias y valores junto con las permanencias con la tradición católica, presente en las formas de practicar ritualmente y colectivamente la religiosidad de los mexicanos. Por ello la fórmula de “católicos a su manera” (aportada por Parker para el caso Chileno) ha sido congruente para estudiar el caso mexicano, ya que éste mantiene patrones colectivos de practicar mediante las fiestas, ceremonias y rituales religiosos, predominantemente propios de la religión popular, más heterodoxa que ortodoxa.[14]

El proyecto que aquí proponemos buscará la integración de un equipo de especialistas en los estudios socio antropológicos de religión, presentes en distintas sedes del CIESAS y en distintas instituciones y regiones del país, para analizar los datos arrojados por una encuesta nacional que recién aplicamos en 2016, la cual nos permitirá atender los rasgos específicos de los contextos regionales, con representatividad en la escala nacional, a la vez que la focalización en localidades/región claves por sus características religiosas y sociodemográficas contrastantes (etnicidad, migración, carácter fronterizo). Los resultados de la encuesta serán analizados e interpretados desde el conocimiento de las características socioeconómicas y procesos históricos de cada región particular, por ello se requiere la experiencia de los expertos, y serán comparados para integrar una visión del fenómeno a escala nacional.


Hipótesis

Existe un cambio en la recomposición religiosa en México. El estudio de las tendencias a la diversidad religiosas es importante para entender los procesos de socialización y los patrones de la multiculturalidad. Se parte de los supuestos de que el cambio religioso en México se experimenta con diferencias regionales, pero que a su vez su recomposición territorial incide redefiniendo regiones; el cambio no se limita a las adscripciones religiosas (información aportada por el Censo General de Vivienda INEGI), sino también en las formas de creer, valorar y practicar que cada vez responden a modalidades transversales, fluidas, y dinámicas.


Objetivo General

Integrar una visión compleja y amplia sobre la reconfiguración de las identidades religiosas, considerando la recomposición interna de las creencias, los valores y las prácticas religiosas en el México contemporáneo, fundamentada en el análisis comparativo y socio-histórico de los datos cuantitativos arrojados por la Encuesta Nacional de Creencias y Prácticas Religiosas, México 2016.


Objetivos específicos

Conocer, explicar y comprender: ¿En cuáles regiones y en qué tipo de población el catolicismo sigue manteniendo una presencia hegemónica? ¿en dónde la ha perdido? ¿Cuáles son las iglesias cristianas no católicas que tienen mayor presencia en nuestro país? ¿En dónde se ubican y se concentran? ¿Cuáles son sus características demográficas? ¿Qué reconfiguraciones regionales fomentan? ¿Qué rasgos doctrinales, niveles de compromisos, marcos valorales y concepciones político-sociales permiten caracterizar a los creyentes de estas religiones? ¿Cómo las religiones moldean las identidades sociales? ¿hacia dónde se están transformando los contenidos de las creencias trascendentales, los modos de practicar y las opiniones respecto a coyunturas socio-políticas específicas? ¿Qué distancia o qué grado de apego hay con la religión? ¿La diversidad religiosa es más proclive a fomentar los valores del pluralismo? ¿Cuáles grupos son afines al pluralismo? ¿o son presencias que ponen en cuestión los valores de un estado laico y las libertades laicas?


  1. James Beckford, “The Vagaries of Religious Pluralism”, en Social Theory and Religion, Cambridge, Cambridge University Press, 2013pp. 73-102; Alejandro Frigerio y Wynarczyk, Hilario. “Diversidad no es lo mismo que pluralismo: cambios en el campo religioso argentino (1985-2000) y lucha de los evangélicos por sus derechos religiosos”. Sociedade e Estado, 2008, vol. 23, núm. 2, pp. 227-260.
  2. Peter Berger Berger, “A Market Model for the Analysis of ecumenicity”. Social Research, 1963, 30 (1): 77-93.
  3. Campiche Roland (1991) “De la pertenencia a la identificación religiosa. El paradigma de la individualización de la religión hoy en día”. Religiones Latinoamericanas No. 1, México, enero-junio, pp 73-85.
  4. En este proyecto se congregaron los esfuerzos de alrededor de 20 reconocidos investigadores (varios de ellos titulares y también estudiantes del CIESAS) para analizar los datos censales desde distintas perspectivas y con ello dar cuenta del complejo fenómeno de la diversificación religiosa en México (los productos de este proyecto fueron Renée de la Torre y Cristina Gutiérrez Zúñiga (coords.) Atlas de la diversidad religiosa en México195-2009, CIESAS, México, 2007; Alberto Hernández y Carolina Rivera (coords.), Regiones y religiones, COLEF, México, 2009; y Olga Odgers (coord. )Pluralización Religiosa de América Latina, México, Ciesas/COLEF, 2010, donde se comparan las tendencias de México con las de otros países latinoamericanos.
  5. La Red de Investigadores del Fenómeno Religioso en México (RIFREM) es una de las redes académicas más consolidadas a nivel nacional. Con veinte años de vida, ha realizado 20 encuentros anuales. Cuenta con más de 600 participantes registrados. Es presidido por un Consejo en donde participan 12 investigadores reconocidos en el tema. Ha sido la plataforma de diferentes proyectos colectivos con repercusiones nacionales e internacionales, así como de más de 20 publicaciones colectivas. Desde los encuentros y proyectos de la RIFREM se han alentado nuevas temáticas de estudio que atendieran los cambios religiosos en relación con los cambios socioculturales que se viven en este país. También logró instaurar un ambiente de apertura y respeto al diálogo interdisciplinar y entre distintos temas. Un rasgo inédito de la RIFREM es que ha logrado funcionar como red durante más dieciséis años, ello significa que no tiene una estructura piramidal ni está sostenida por institución alguna. Antes bien su continuidad se ha logrado mediante los congresos anuales que han logrado descentrar el estudio de la religión, teniendo presencia en las distintas regiones del país, incluso las más apartadas del centro, e incluyendo en una ocasión Arizona y el próximo en California.
  6. Danièle Hervieu-Léger, “Por una sociología de las nuevas formas de religiosidad: algunas cuestiones teóricas previas”, en Gilberto Giménez (comp.), Identidades religiosas y sociales en México, México, IFAL/IIS-UNAM, 1996: pp. 23-46.
  7. Patricia Fortuny (ed.) Creyentes y creencias en Guadalajara, México, CIESAS//INAH, 1999.
  8. Roland Inglehart, et al World Values Survey 1981-1983. Computer File and Codebook, Ann Arbir, Inter-University Consortium for Political and Social Research, 1990.
  9. Renée de la Torre, Renée., María Eugenia Patiño, Cristina Gutiérrez, Hugo José Suárez, Genaro Zalpa, y Yasodhara Silva. Creer y practicar en México: comparación de tres encuestas sobre religiosidad, Aguascalientes: Universidad Autónoma de Aguascalientes/CIESAS/El Colegio de Jalisco, 2014.
  10. Además de las encuestas ya referidas realizadas en algunas localidades en México, nos han sido muy útiles los reactivos de las encuestas realizadas por nuestros colegas como es el caso en Argentina publicado en Fortunato Mallimacci. Atlas de las creencias religiosas en la Argentina, Buenos Aires, Editorial Biblios, 2014; y en Chile por Christian Parker ,“Pluralismo religioso, educación y ciudadanía”, en Estado & Sociedade, 2008: vol. 23, núm. 2, pp. 281-354.
  11. Grace Davie, “Believing without Belonging: Is This the Future of Religion in Britain?”. Social Compass, 1990, vol. 37, año 4, pp. 455-469.
  12. José María Mardones, La indiferencia religiosa en España: ¿qué futuro tiene el cristianismo?, ediciones HOAC, Madrid, 2003.
  13. Francoise Champion y Danièle Hervieu-Léger. De l’emotion en religión. Renoveaux et tradictions, Centurion París1990.
  14. Los resultados pueden consultarse en, Renée de la Torre y Cristina Gutiérrez Zúñiga, “Creencias prácticas y valores. Un seguimiento longitudinal en Guadalajara 1996-2006”, en Olga Odgers (ed.), Pluralización religiosa de América Latina, México, El Colegio de la Frontera Norte/CIESAS, 2011, pp. 39-72.